El EBITDA, o beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones, es una medida financiera muy utilizada que permite conocer los resultados financieros de una empresa. El EBITDA mide la rentabilidad de una empresa antes de contabilizar gastos no operativos como intereses, impuestos, depreciación y amortización.
Esta métrica se utiliza habitualmente en la valoración de empresas, especialmente en el sector del capital riesgo, ya que proporciona una imagen clara de la rentabilidad operativa de la empresa.
En este artículo, le proporcionaremos una guía paso a paso para ayudarle a calcular el EBITDA con precisión y a utilizarlo para tomar decisiones empresariales con conocimiento de causa.
Empezar por el beneficio de explotación
Para calcular el EBITDA, hay que partir del beneficio de explotación de una empresa, que también se conoce como beneficio antes de intereses e impuestos (EBIT). El beneficio de explotación es el beneficio de la empresa antes de tener en cuenta cualquier gasto por intereses o impuestos.
El beneficio de explotación se calcula restando a los ingresos el coste de las mercancías vendidas (COGS) y los gastos de explotación. La fórmula del beneficio de explotación es:
Beneficio de explotación = Ingresos – COGS – Gastos de explotación
Depreciación y amortización
La depreciación y la amortización son gastos no monetarios que reflejan la pérdida de valor de los activos de una empresa a lo largo del tiempo. Para calcular el EBITDA, hay que sumar estos gastos al beneficio de explotación.
La depreciación es la reducción del valor de los activos fijos de una empresa a lo largo del tiempo. La amortización es similar a la depreciación, pero se aplica a activos intangibles como patentes y derechos de autor.
La fórmula para sumar la depreciación y amortización al beneficio de explotación es:
EBITDA = Beneficio de explotación + Depreciación + Amortización
Excluidos intereses e impuestos
Los intereses e impuestos son gastos no operativos que no reflejan la rentabilidad operativa de una empresa. Para calcular el EBITDA, hay que excluir estos gastos del beneficio de explotación.
Los gastos por intereses son los costes asociados al préstamo de dinero. Los impuestos son la cantidad de dinero que una empresa debe al gobierno por sus beneficios.
La fórmula para excluir los intereses e impuestos del EBITDA es:
EBITDA = Beneficio de explotación + Depreciación + Amortización – Intereses – Impuestos
Analizar el EBITDA resultante
Tras calcular el EBITDA, puede utilizar esta métrica para conocer mejor los resultados financieros de una empresa. El EBITDA ofrece una imagen clara de la rentabilidad operativa de una empresa al excluir gastos no operativos como intereses e impuestos.
El EBITDA se utiliza habitualmente en la valoración de empresas. Las empresas de capital riesgo, por ejemplo, suelen utilizar el EBITDA para determinar el valor de una empresa. Conociendo el EBITDA, una empresa de capital riesgo puede estimar el flujo de caja que la empresa es capaz de generar.
Los analistas también utilizan el EBITDA para comparar los resultados financieros de empresas del mismo sector. Comparando el EBITDA de dos empresas, los analistas pueden determinar qué empresa es más rentable y tiene un mejor margen de explotación.
Limitaciones del EBITDA
Aunque el EBITDA es una métrica útil para evaluar la rentabilidad operativa de una empresa, tiene varias limitaciones. El EBITDA no tiene en cuenta el impacto de los gastos de capital, los cambios en el capital circulante u otros gastos no operativos.
Además, el EBITDA puede ser manipulado por las empresas para que sus resultados financieros parezcan más favorables. Por ejemplo, una empresa puede optar por excluir determinados gastos del EBITDA para que su rentabilidad de explotación parezca mejor de lo que es en realidad.
Métricas alternativas
Debido a las limitaciones del EBITDA, es importante tener en cuenta otras métricas financieras a la hora de evaluar los resultados financieros de una empresa. Algunas métricas alternativas a considerar incluyen:
- Flujo de caja libre: El flujo de caja libre mide el efectivo que genera una empresa después de contabilizar los gastos de capital y los cambios en el capital circulante. Esta métrica proporciona información sobre la capacidad de una empresa para generar efectivo y financiar oportunidades de crecimiento.
- Beneficios por acción (BPA): El BPA es una medida de la rentabilidad de una empresa que calcula la cantidad de beneficios por acción en circulación. Los inversores suelen utilizar esta métrica para evaluar la rentabilidad de una empresa.
- Relación precio/beneficios (PER): El ratio P/E es una métrica de valoración que mide el precio actual de las acciones de una empresa en relación con sus beneficios por acción. Esta métrica se utiliza habitualmente para determinar si las acciones de una empresa están sobrevaloradas o infravaloradas.
Conclusión
El EBITDA es una valiosa métrica financiera que permite conocer la rentabilidad operativa de una empresa. Partiendo del beneficio de explotación y añadiendo la depreciación y amortización, y excluyendo los gastos no operativos como intereses e impuestos, se puede calcular el EBITDA y utilizarlo para evaluar los resultados financieros de una empresa.
Sin embargo, es importante tener en cuenta las limitaciones del EBITDA y considerar métricas financieras alternativas a la hora de evaluar los resultados financieros de una empresa. El uso de múltiples indicadores permite comprender mejor la salud financiera de una empresa y tomar decisiones más informadas.